domingo, 4 de noviembre de 2012

Las pretensiones del violonchelo.

   Los principios del violonchelo,al parecer no fueron fáciles.Empezó siendo aceptado en las orquestas de violines y en la ópera pero tardó en afianzarse en la música de cámara.Hubo incluso quien , en cierto momento se declaró su enemigo,por considerarlo un instrumento atroz comparado con la delicada viola de gamba.Pero no solo era eso,es que estaban cambiando las cosas en la música , que empezaba a salir de los salones de la nobleza para ser una actividad profesional desarrollada en salas de concierto.
  Hubert Le Blanc fue un violista francés ,abogado y abate que lamentaba profundamente la decadencia de la Viola de Gamba .Escribió el tratado “Defensa de la viola contra las empresas del violin y las pretensiones del violonchelo” publicado en Amsterdam por Pierre Mortier en 1740.

Del violonchelo dice que sus cuerdas son como las” maromas de un barco” que obligan a los dedos a “desarrollar callos para tocar” y a mantener una técnica que subordina el interprete al instrumento,teniendo que resolver problemas que “surgen como las cabezas de Hydra cuando otros están resueltos”, mientras que un gentelman adquiere la técnica de la viola de forma permanente.

El violonchelo,que hasta ahora ha venido siendo un burro miserable,un objeto penitencial y  un pobre diablo, a punto de morir de inanición,sin sustento real,ahora se lisonjea de recibir muchas caricias en lugar de la viola."

  Los que han escrito sobre Le Blanc, le han considerado unánimemente un excéntrico:su traductor alemán (Erhard 1951) lo llamó “viejo caballero un tanto sarcástico” y su traductor inglés (Jackson 1973) dijo que “tenía una personalidad brillante y excentrica”,su único biógrafo (Fêtis1863) nos dice que cuando se enteró de que su tratado iba a ser publicado en Amsterdam,salió de Paris vestido como estaba en el momento de recibir la noticia: en albornoz, zapatillas y gorro de dormir.
   A pesar de su reputación ofrece gran cantidad de información sobre la vida musical del siglo XVIII.
  El tratado está dividido en tres partes.
  En la primera parte asocia las piezas de viola con el gusto musical francés, y la poesia y las sonatas de violin con el gusto italiano y la prosa . Analiza la forma de tocar de Marin Marais y la de Forqueray a quienes se supone que vió tocar personalmente.
  En la segunda parte,la más larga del tratado, se cuentan en forma de diálogo los méritos del ”sultan violín,un aborto y un pigmeo” y “lady viola” en el Jardín de la Tullerías antes de un publicitado concierto estilo italiano de los violinistas Giovanni Battista Somis y Francesco Geminiani.
  Esta sección informa sobre la evolución desde la música interpretada por amateurs de la nobleza y alta burguesía a la que interpretan profesionales en salas públicas.
  En la tercera parte ofrece una solución al declive de la viola explicando como interpretar música del violín en la viola.
  La riqueza de detalles hace pensar que Hubert,a pesar de su excentricidad, fue un experto intérprete de la viola y otros instrumentos.